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Bilbao-Castro con una bici de 120€…otra vez!

Hace no mucho, a finales de Junio, en un buen domingo
cualquiera, mientras me aburría en mi habitación y nadie estaba por la labor de
hacer gran cosa, de pronto vi como me miraba de reojo la última bici que
adquirí hace unos meses, una BH de acero de segunda mano comprada por 120€.
La verdad es que la bici está un poco con pinzas, de hecho
tras este ultimo viaje he decidido cambiar las ruedas por unas Gurpil
Revolution porque están ya para el arrastre las que tiene…por no hablar de los
11Kg mas 1,16 que pesa el Kryptonite y la mochila que llevaba…además la
piñonera del cambio tiene sólo 7 velocidades, de las cuales en el primer viaje
pude usar sólo 5 porque estaba desajustado el cambio.
No obstante, es un viaje, que en ambas ocasiones me ha
gustado mucho…un trayecto sin mucho tráfico (al menos un domingo a la tarde) y
por lo general bastante plano, si bien vas subiendo y bajando repechos pequeños
todo el rato, no es como ir por la carretera de la ria para entendernos.
La zona Bizkaia es bastante indulgente, tiene unos tramos
bastante rapiditos a la llegada a Muskiz y por ahí, pero no los pude aprovechar
porque no me da el desarrollo y me quedo en unos 50Km/h de máxima.
El tramo de Cantabria es corto pero intenso la verdad, según
pasas “la frontera” hay un falso llano bastante largo hasta el cruce para ir
hacia Otañes que, con una bici en condiciones tiene que ser una gozada, yo la
verdad es que lo disfruté, hasta que en una de las últimas curvas no se que
juego extraño me hizo la rueda delantera que perdí un poco el control durante
medio segundo o así, desde ese momento me comedí mucho en las bajadas…
La peor
parte de este tramo es la subida a Saltacaballos, realmente me gusta esa
subida, pero si tu bici no está en condiciones lo pasas un poco mal…el calor, el
peso de la bici, y el desarrollo que tengo, me lo hicieron pasar un poco mal y
subir casi todo el tramo de pie, pero cuando llegas arriba, y ves castro desde
la cima y te das la vuelta y ves toda la costa hasta cabo villano se agradece
muchísimo y el ultimo cacho hasta castro se hace mucho más ligero.
Tener estas vistas al subir saltacaballos es una buena recompensa.
Finalmente, como tengo que cambiar las ruedas porque estan mas cuadradas que redondas y nadie me asegura que tenga que invertir en la transmision, al final he tomado de hacerla fija, pasando de bici de carretera a la que voy a llamar «Dokihawk RedBull», un nombre acertado con la estética que va a llevar y mi pseudo adicción a las bebidas energéticas de dicho nombre estando de fiesta que me caracteriza 🙂

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