Hace poco os relataba lo que fué el clinic de natación con Arkaitz Castañeda, esta vez, toca hablar de la segunda modalidad de triatlón, la bicicleta.
Como ya he ido diciendo ultimamente, he adquirido bicicleta nueva, La Fuji Roubaix Pro montada en Shimano 105 y FSA que estoy documentando como la monté. (Me quedan entregas que por trabajo no he podido redactar aún, pero la tengo acabada). Una vez más, quiero enfatizar la importancia de tener una bicicleta bien ajustada y una técnica correta, este año me estoy centrando en ese punto, ya que no es lo mismo nadar, pedalear y correr «medio bien» durante 2 horas y algo que hacerlo durante 5 o 6 horas, que es la idea al pasar a hacer medio Ironmans este año.
En esta entrada, más que centrarme en lo que pecaba en cuanto a mis ajustes a la hora de montarme la bici (que la verdad es que no estaba muy desencaminado) voy a comentar cómo hicimos el ajuste y cómo trabaja Arkaitz.
Lo primero fué rodar un rato en el rodillo para calentar un poco, ver como pedaleaba e ir haciendome a pedalear de manera natural, no con la postura según te montas a la bicicleta.
Una vez rodado un poco, pasamos a tomar medidas del cuerpo que determinarán nuestra postura en la bicicleta, como la anchura de cadera y hombros, altura de la entrepierna…Después pasamos a la camilla para ver la flexibilidad en las rodillas, cadera…y determinar «hasta donde podemos forzar» el cuerpo, no por llegar hasta nuestro límite, sino ver si las medidas «lógicas» nos valen o no. No podemos tomar como buenas medidas que sobre el papel serían válidas si luego nuestro cuerpo no va a poder llegar a ellas por falta de flexibilidad.
Más tarde, nos incorporamos en la camilla y nos quedamos sentados con las piernas en el aire para ver si nuestros pies se desvían hacia el interior o exterior lo que más adelante determinará el ángulo en la posición de las calas.
Una vez tomadas las medidas y consideraciones varias, se pasa a la práctica, empezando por ajustar la posición de las calas en las zapatillas para poder empezar a pedalear. Ya ajustadas, pedaleamos un rato, una vez más, para pedalear de la forma más real posible y no como en un principio nos ponemos a pedalear en la bicicleta.
Empiezan los ajustes, empezando por el sillín, tanto su altura como su avance para conseguir los ángulos adecuados de la rodilla. Seguido, gracias a una guía láser se chequea que el centro de gravedad sea el correcto y no carguemos excesivo peso en nuestros brazos/espalda/cuello, lo cual ayudará a poder pedalear durante más tiempo sin problemas. Éste aspecto puede conllevar que tengamos que reajustar algo el avance del sillín, aunque generalmente va a ir más ligado al manillar y lo podremos corregir bien cambiando la altura del mismo o la largura/ángulo de la potencia.
Ya con una correcta posición en nuestra bicicleta, comienza la parte que nos ayudará a mejorar nuestra técnica y a mejorar tiempos, y es que con la herramienta «Computrainer» monitorizamos todo lo que sucede en nuestra bici mientras pedaleamos por un recorrido virtual (del estilo a los del BKOOL) mostrándonos en el monitor datos muy interesantes y que chivarán de todos los errores a pulir: potencia generada, cadencia de pedaleo, porcentaje de fuerza que hacemos con cada pierna, en qué momento concreto de la pedalada hacemos más o menos fuerza, etc.
La verdad es que es una herramienta sorprendente que te saca todos los fallos a relucir, y una vez expuestos Arkaitz da ciertas pautas y consejos para mejorar esos aspectos.
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Ejemplo de como monitoriza el Computrainer (Los datos no son míos) |
En mi opinión es una inversión bastante necesaria, sobre todo si empezamos a jugar con distancias ya un poco «serias», ya que por experiencia personal digo, que lo que en 10Km puede ser una simple incomodidad, en salidas de 70/90/100Km va a ser casi seguro una lesión tarde o temprano. El año pasado me costó una lesión en la cadera el andar metiendome kilometraje con una bicicleta que no estaba ajustada a mi y este año que doblo distancias ya no me la quiero jugar.