Este martes, aprovechando la semana que estamos teniendo por el
norte, después del año de locos que hemos tenido con lluvia casi todos los
días, aproveché para hacer algo que tenía ganas de probar desde hace tiempo,
probar una bici fija.
Cuando compré la bici “pequeña” (La BH negra de aluminio que
compré de segunda mano para ciudad y el dia a dia) ya contemplé la posibilidad
de hacerla fixie (o fija), pero nunca había probado el tema más que 5 o 6
metros que ya me parecieron una locura…pero la verdad es que ayer ya pude
probar una en condiciones y la verdad es que tuvo su gracia.
compré de segunda mano para ciudad y el dia a dia) ya contemplé la posibilidad
de hacerla fixie (o fija), pero nunca había probado el tema más que 5 o 6
metros que ya me parecieron una locura…pero la verdad es que ayer ya pude
probar una en condiciones y la verdad es que tuvo su gracia.
Fue un trayecto corto para probar, 30km en total,
Bilbao-Getxo ida y vuelta llaneando por la ría, donde pude aprender unas
cuantas cositas…
Bilbao-Getxo ida y vuelta llaneando por la ría, donde pude aprender unas
cuantas cositas…
Lo primero, una breve explicación, básicamente la
peculiaridad de una fixie o fija es eso, que es fija. Esto es, no hay cambios,
no hay frenos, no hay nada que no sea imprescindible para andar en una
bicicleta. No hay cambios, por lo tanto siempre vas con el mismo desarrollo sea
subiendo, bajando, llaneando, a favor del viento o contra él (en el caso mío de
ayer, un 46-16 que es bastante durete). No hay frenos, o al menos, no como los
conoce normalmente un ciclista. No existe un mecanismo que pille la rueda y la
frene (hay algunos que llevan un freno por si acaso, en el caso de la que me
dejaron a mí, no tenía ninguno), sino que la llanta de la bici va unida al
piñón, y éste a su vez unido al plato por la cadena, y éste a su vez unido a
las bielas, y por último estas “unidas” a nosotros por las piernas. Por lo
tanto, la velocidad de la rueda está ligada a la velocidad de las piernas en
todo momento, y aquí es donde está la gracia, porque, si quieres estar en
marcha, tienes que pedalear, no tienes más descanso que el que te proporciona
la inercia, que es alimentada a tu vez por tu no-descanso, la pescadilla que se
muerde la cola. Y para frenar el funcionamiento es igual, cuanto más lento se
pedalee, más lento irá la bici, cosa que cuando llevas inercia, se complica, y
tienes que hacer fuerza a contrapedal para frenar la rueda, o bloquearla (yo
conseguí hacer algún derrape pequeño, pero es complicado, sobre todo con un
desarrollo “tan duro”).
peculiaridad de una fixie o fija es eso, que es fija. Esto es, no hay cambios,
no hay frenos, no hay nada que no sea imprescindible para andar en una
bicicleta. No hay cambios, por lo tanto siempre vas con el mismo desarrollo sea
subiendo, bajando, llaneando, a favor del viento o contra él (en el caso mío de
ayer, un 46-16 que es bastante durete). No hay frenos, o al menos, no como los
conoce normalmente un ciclista. No existe un mecanismo que pille la rueda y la
frene (hay algunos que llevan un freno por si acaso, en el caso de la que me
dejaron a mí, no tenía ninguno), sino que la llanta de la bici va unida al
piñón, y éste a su vez unido al plato por la cadena, y éste a su vez unido a
las bielas, y por último estas “unidas” a nosotros por las piernas. Por lo
tanto, la velocidad de la rueda está ligada a la velocidad de las piernas en
todo momento, y aquí es donde está la gracia, porque, si quieres estar en
marcha, tienes que pedalear, no tienes más descanso que el que te proporciona
la inercia, que es alimentada a tu vez por tu no-descanso, la pescadilla que se
muerde la cola. Y para frenar el funcionamiento es igual, cuanto más lento se
pedalee, más lento irá la bici, cosa que cuando llevas inercia, se complica, y
tienes que hacer fuerza a contrapedal para frenar la rueda, o bloquearla (yo
conseguí hacer algún derrape pequeño, pero es complicado, sobre todo con un
desarrollo “tan duro”).
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Muelle de Churruca al sol en Fixie (sin frenos) |
La verdad es que es una forma bastante interesante para
entrenar. Es un ejercicio intenso y no da pie a holgazanear. Sin embargo, aún
no me arriesgaría a callejear con una fija, pero pretendo hacer alguna salida
más de carretera para pasar alguna otra tarde divertida.
entrenar. Es un ejercicio intenso y no da pie a holgazanear. Sin embargo, aún
no me arriesgaría a callejear con una fija, pero pretendo hacer alguna salida
más de carretera para pasar alguna otra tarde divertida.