Pues después de mucho verla en internet y varias redes sociales, por fin he podido probar la Alter G, (gracias a Edu y Javi desde aquí!) que así de primeras igual por el nombre no suena a muchos. Para los que no caigan, es la cinta de correr que simula correr con menos gravedad.
Origen y principio de funcionamiento
Vamos a ir primero al origen de la Alter G, que es nada más y nada menos que la NASA, que desarrolló el invento para combatir la atrofia muscular sus astronautas tras largos periodos en el espacio. Ante esa situación y con los huesos severamente debilitados, necesitaban una forma eficaz y segura de recuperar el tono muscular y la fortaleza ósea, y que mejor forma que poder controlar el impacto a la hora de correr.
Y es que esa es la magia de la Alter G, poder controlar nuestro peso con una precisión pasmosa. El funcionamiento es «sencillo» (de entender al menos), gracias a un recipiente de aire que nos cubre hasta la cintura, la cinta es capaz de suspendernos en mayor o menor medida para controlar el impacto de nuestro cuerpo contra el suelo. Al iniciar la sesión, hace un calibrado para poder controlar el porcentaje de peso con el que queremos trabajar. Poco más se puede decir, el resto, es vivirlo.
Test y sensaciones
Bien, no voy a negar que al principio era un poco escéptico, sólo por el hecho de que el truco comercial de llamarlo anti gravitatorio me hacía desconfiar. Soy consciente de que la única forma de simular menos gravedad en la tierra es mediante un vuelo parabólico, (bien, si nos abrimos mucho mucho…podemos incluir el agua..aunque no sea gravedad la densidad es distinta…vale).
Al principio, la sensación es un poco rara al estar «atado» de la cintura, pero si has corrido en cinta, al de un minuto ya se te olvida y corres normal. Por otro lado, al principio, en una pequeña prueba, pusimos el peso al 80% y si que puedes notar algo de ligereza, pero hasta que no vuelves al 100% otra vez no eres consciente de lo mucho que estas restando (y mira que yo peso unos 67Kg ahora…)
Al volver al 100% parece que vas hasta con mochila. Tengo que decir que jugué solo hasta el 70% y ya me pareció una barbaridad, incluso comparando pulsaciones con mis típicas series de 1000m en cinta que suelo hacer, la diferencia era de unas 8-10ppm menos aproximadamente.
En mi caso, fui tras dos días de carga (uno de monte y una tirada de 13km y pico por asfalto) y llegué con unas agujetas majas…pues en la cinta, mientras corría no sólo no me molestaba, si no que pese a realizar la técnica bien durante casi una hora, los sóleos, que normalmente no aguantan esa carga, ni se inmutaron. Para más inri, al día siguiente los cuádriceps los tenía bastante más sueltos, como si de una sesión de recuperación se tratara.
He de decir que me sorprendió bastante. Como ya digo, iba un poco escéptico pero las sensaciones fueron bastante buenas.
Conclusión y Aplicaciones
Como aparato me parece que tiene muchos más pros que contras. Por buscarle el contra, es que no está muy extendida, y que hay que ir a un sitio específico a usarla, que tampoco le veo que sea un problemón teniendo en cuenta que en el caso de Alter G Bilbao, está super céntrico, con ducha, y demás… Y el segundo, por buscarle uno más, es que es aparatoso, pero en realidad no ocupa mucho más que una cinta normal, y como hemos dicho, si tienes que ir al centro, lo mismo da.
Como aplicaciones, me parece una herramienta tremenda para rehabilitaciones, control de carga (por ejemplo ahora para la maratón o tras un ironman o ultras) y temas de control de peso…o incluso trabajar la técnica de manera progresiva.
Es impensable mandar a una persona de 120Kg trotar 20 minutos porque le revientas las articulaciones…con la Alter G controlando la carga puedes realizar una sesión bastante interesante a nivel cardiovascular sin castigar al cuerpo como lo harías de otras formas…lo mismo con esguinces, roturas de fibras, o cualquier lesión que nos obligue a estar parados.
Con la Alter G, tienes una alternativa perfecta para mantener un descanso activo sin tener que estar en el dique seco durante una lesión. Para acabar un pequeño vídeo de la Alter G en marcha, veréis como apenas se oye el impacto.